1. Un
salario justo
Los sindicatos buscan que quienes trabajan
tengan un salario adecuado y digno, que les permita cubrir sus necesidades y
las de sus familias en alimentación, salud, vivienda, educación, vestido y
recreación.
2. Mejores
condiciones de trabajo.
Las condiciones de trabajo son un complemento
indispensable del salario. Las trabajadoras y los trabajadores tienen el
derecho a que las condiciones en que laboran no les afecten ni física ni
mentalmente.
Todos los sindicatos deben buscar que las
personas afiliadas disfruten de condiciones laborales que no les afecten en su
salud y dignidad. Por ejemplo, los sindicatos luchan por jornadas de trabajo
justas y adecuadas al tipo de labor que se realiza, por descansos y vacaciones
oportunas, por implementos de protección cuando las tareas que ejecutan las
personas así lo requieran.
3. Empleo
estable para toda persona
No basta con tener trabajo, es importante que el
empleo sea estable, regulado por leyes que protejan contra despidos injustos,
principalmente cuando el trabajador y la trabajadora han entregado lo mejor de
sus años y toda su experiencia para el desarrollo de su empresa y de su país. Las
mujeres han sufrido tradicionalmente muchos problemas con el empleo.
Por un lado, les cuesta más conseguirlo y, por
otro, generalmente se les asignan los puestos más mal pagados o se les paga
menos salario que a los varones por ejecutar las mismas labores. Es de unos
años para acá que se está dando una creciente incorporación de la mujer en las
distintas ramas de la economía. Para ellas el sindicato tiene como objetivo
garantizar que su incorporación laboral no se dé en forma desventajosa y que se
respeten y promuevan los derechos de su condición particular.
4. Mejoramiento
de las reivindicaciones sociales y económicas
Para proteger y garantizar el mejoramiento de
los sectores laborales, es necesario crear leyes y luchar para que éstas se
cumplan. Por esta razón el sindicalismo constantemente busca que los Estados
promulguen leyes y decretos que garanticen la continuidad de sus conquistas y
el mejoramiento social y económico de las personas trabajadoras. Para que las
leyes se respeten y se cumplan, es necesario que todas las personas
trabajadoras y estén unidos y organizados.
5. La
permanente democratización:
El respeto a los Derechos Humanos es una de las
luchas más importantes que los trabajadores pueden realizar desde sus
organizaciones sindicales. El reconocimiento de los derechos de libre
asociación, de pensamiento y de expresión implica luchar por la democratización
de sus países. También es importante que los sindicatos participen en la vida
política de las naciones, para vigilar y supervisar que los gobiernos sean
justos en sus políticas económicas y sociales.
Es importante que los trabajadores y
trabajadoras participen y ejerzan control sobre aquellas decisiones que les
afectan directa o indirectamente, tanto a nivel de la sociedad y del Estado,
como también al interior de sus mismas organizaciones. Así, la lucha por la democratización también debe darse dentro de
los sindicatos. Sólo practicando la democracia a lo interno de las
organizaciones se fortalecerán las bases democráticas de la sociedad entera.
Esto es especialmente importante para las trabajadoras y los jóvenes.
Es muy importante promover y posibilitar la
participación directa de las mujeres y jóvenes dentro de la organización
sindical; el estímulo a esta participación democrática como delegadas,
afiliadas, o formando parte de las directivas, garantiza que las decisiones del
sindicato correspondan a un mayor grado de consenso.